En correspondencia con el fundamento filosófico-teórico y el enfoque educativo que sustenta la propuesta de la Universidad, los contenidos educativos se organizan en tres campos: Comunidad en acción, Sabidurías diversas y Prácticas vitales.

a) Comunidad en acción:

Es el campo curricular articulador del aprendizaje. Se orienta a fortalecer las habilidades sociales del ser individual y colectivo así como aquellas relacionadas con el saber hacer (metodologías y herramientas de planificación, gerencia, administración y gestión), y el comprender (metodologías y herramientas de investigación).

En este campo se ejecutan desafíos comunitarios que se desprenden de los ejes estructuradores de cada carrera y sus ciclos respectivos. Estos desafíos integran actividades de investigación, reflexión y acción, en entornos concretos, ejecutados por los colectivos de aprendizaje en alianza con sectores sociales específicos. Es en este campo en el cual se realizan las actividades de prácticas preprofesionales y de vinculación con la sociedad.

b) Sabidurías diversas:

Se orienta a fortalecer las competencias del saber profesional específico. Integra los fundamentos teóricos (que coadyuvan a la comprensión y contextualización de las problemáticas centrales de la carrera y sus metodologías), desde una perspectiva intercultural.

c) Prácticas vitales:

Es el campo que integra el fortalecimiento del saber hacer y del saber ser; integra cuatro subcampos: comunicación y lenguajes; tecnologías de la información, prácticas artísticas y prácticas corporales.