Nota de prensa 011 / 05 de mayo de 2025
La Universidad en territorio: Relatos desde Lago Agrio
La Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas Amawtay Wasi ocupa el puesto número 63 dentro del sistema de educación superior pública del Ecuador. Aunque es una institución joven —este año cumple siete años de vida— ya cuenta con 1.609 estudiantes y 93 miembros en su planta académica.
Su principal distintivo es el enfoque intercultural y comunitario, basado en la diversidad epistémica, el reconocimiento de los saberes ancestrales y el compromiso con las realidades de los pueblos y nacionalidades del Ecuador. Es una universidad que se construye en, con y para las comunidades, llevando la academia al territorio.
Actualmente, la Universidad ofrece 10 carreras bajo modalidad híbrida, que combinan clases virtuales, desafíos comunitarios y encuentros presenciales. Esta flexibilidad ha permitido cubrir todo el territorio nacional, a pesar de que sus oficinas están ubicadas en la ciudad de Quito. El 68% de la matrícula corresponde a mujeres, y el 54% de estudiantes pertenecen a pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador.
A pesar de que gran parte de las actividades se realizan de forma virtual, la Universidad Amawtay Wasi mantiene una presencia activa y cercana a sus estudiantes, gracias al trabajo articulado de sus Directores de Carrera, docentes, técnicos docentes y demás áreas institucionales.
En esta ocasión, la Dirección de Bienestar Académico, Intercultural y Comunitario visitó la parroquia El Eno, comunidad Progreso, en el cantón Lago Agrio (provincia de Sucumbíos). Allí conocimos a familias que, a pesar de enfrentar múltiples dificultades, se integran a la vida universitaria con compromiso y entusiasmo. Ni la distancia, ni el tiempo, ni la edad han sido obstáculos para quienes, desde zonas rurales y apartadas, nos abren sus hogares y nos reciben con la calidez que caracteriza a nuestros pueblos.
A 30 minutos del centro de Lago Agrio vive Jennifer Ávila junto a su esposo y sus dos hijos. A causa de un accidente, su esposo perdió una muñeca, pero eso no le ha impedido seguir trabajando y apoyar el proceso educativo de su compañera. Su sustento principal es la agricultura, aunque muchas veces no reciben una remuneración justa por su trabajo. Gracias a la beca otorgada por la Universidad, Jennifer pudo adquirir una laptop para sus estudios y cubrir los costos de sus encuentros presenciales. Esta ayuda llegó en el momento más necesario, trayendo esperanza y nuevas oportunidades a su familia.
El acompañamiento que brinda la universidad no es solo económico, también es motivacional y humano. Refuerza el compromiso de estudiantes como Jennifer, quienes ven en la Universidad Amawtay Wasi una posibilidad real de crecimiento académico y personal, incluso en medio de múltiples responsabilidades. Cuando el deseo de superarse es más fuerte, la edad deja de ser un límite.
Durante cada visita, cada estudiante comparte su historia. En la comuna Yanacocha conocimos a una pareja de esposos que decidió emprender juntos su camino universitario: ella cursa el sexto ciclo de la carrera de Lengua y Cultura, y él, el segundo ciclo de Agroecología. Padres de adolescentes, ambos han apostado por la educación como una herramienta transformadora para su vida y su comunidad.
En esta zona, la mayoría de estudiantes tiene más de 30 años. En una vivienda modesta conocimos a Pablo César Alvarado, padre de tres hijos —con el cuarto en camino—, quien sueña con convertirse en abogado con formación en Pluralismo Jurídico. A pesar de las largas distancias, la falta de vías de acceso y los recursos limitados, Pablo se mantiene firme en su propósito. Con gratitud, reconoce que pocas universidades han demostrado un compromiso real con los pueblos y nacionalidades como lo hace la Universidad Amawtay Wasi.
La jornada estuvo marcada por el calor intenso de la Amazonía, pero también por la calidez humana. Las familias nos recibieron con alegría y una tradicional chicha de yuca. Nuestra última visita fue a la comuna Rumipamba, donde el equipo de Bienestar Universitario y la Dirección de Comunicación conoció a Mirley Shiguango, estudiante de la carrera de Desarrollo Infantil Familiar y Comunitario y beneficiaria de la beca Werenfels. Madre soltera, destaca que los horarios flexibles le permiten trabajar en su finca durante el día y estudiar de forma virtual por las tardes. Esta oportunidad, que no encontró en otras instituciones, refuerza su compromiso con los estudios.
Cada estudiante de la Universidad Amawtay Wasi tiene una historia de vida única, atravesada por desafíos y responsabilidades. Sin embargo, todos comparten la convicción de seguir adelante en su camino hacia la profesionalización. La propuesta académica de la universidad, basada en una modalidad flexible y territorial, permite que madres solteras, padres de familia y personas adultas puedan acceder a una educación superior que reconoce, respeta y potencia sus realidades.
La Universidad Amawtay Wasi es más que una universidad. Es una propuesta educativa transformadora que lleva la academia al territorio, reconociendo los saberes ancestrales, fortaleciendo la identidad y sembrando futuro desde los pueblos.